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Alguna vez te has subido a una escalera eléctrica descompuesta? Si es así, seguramente te sentiste "extraño" cuando pusiste tu pie en el primer escalón.
Hoy quiero platicarte sobre el origen de esta misteriosa sensación.
Como aprendimos en la escuela, para mover nuestro cuerpo, el cerebro manda señales a los músculos en forma de corrientes eléctricas. Estas señales tardan una fracción de segundo en llegar del cerebro al músculo destino.
Sin embargo, hay situaciones donde esta fracción de segundo es inaceptable. En dichas situaciones el cerebro entra en "piloto automático", predice los movimientos necesarios y manda las señales a los músculos anticipadamente.
Un ejemplo es cuando nos subimos a las escaleras eléctricas. El cerebro ha aprendido a ajustar la posición del cuerpo para no perder el balance cuando ponemos el pie en el primer escalón. El cerebro inclina ligeramente hacia adelante el cuerpo para contrarrestar el movimiento de las escaleras eléctricas.
Si este mecanismo no existiera, perderíamos el balance y nos caeríamos hacia atrás.
Qué pasa cuando la escalera está descompuesta (estática)? El cerebro la reconoce y por lo tanto inclina nuestro cuerpo hacia adelante. Al subirnos, el cerebro se da cuenta que la escalera no se está moviendo y cancela el ajuste, resultando en una ligera sensación de pérdida de balance.
Experiméntalo la próxima vez que veas una escalera eléctrica descompuesta!
Hoy quiero platicarte sobre el origen de esta misteriosa sensación.
Como aprendimos en la escuela, para mover nuestro cuerpo, el cerebro manda señales a los músculos en forma de corrientes eléctricas. Estas señales tardan una fracción de segundo en llegar del cerebro al músculo destino.
Sin embargo, hay situaciones donde esta fracción de segundo es inaceptable. En dichas situaciones el cerebro entra en "piloto automático", predice los movimientos necesarios y manda las señales a los músculos anticipadamente.
Un ejemplo es cuando nos subimos a las escaleras eléctricas. El cerebro ha aprendido a ajustar la posición del cuerpo para no perder el balance cuando ponemos el pie en el primer escalón. El cerebro inclina ligeramente hacia adelante el cuerpo para contrarrestar el movimiento de las escaleras eléctricas.
Si este mecanismo no existiera, perderíamos el balance y nos caeríamos hacia atrás.
Qué pasa cuando la escalera está descompuesta (estática)? El cerebro la reconoce y por lo tanto inclina nuestro cuerpo hacia adelante. Al subirnos, el cerebro se da cuenta que la escalera no se está moviendo y cancela el ajuste, resultando en una ligera sensación de pérdida de balance.
Experiméntalo la próxima vez que veas una escalera eléctrica descompuesta!
